Retrato de un yogui adicto al yoga: Julien Levy
Julien Levy es profesor certificado de vinyasa yoga y Acroyoga, terapeuta corporal, autor de libros y columnista de la prensa de yoga. Transmite estas artes en cursos en Francia y Suiza, pero también a través de la música que compone (Jiven Nithaya) y la pintura.
Su enfoque “Liberar el cuerpo, calmar la mente” es una de las bases de su método de desarrollo personal. Ex practicante de artes marciales, el yoga es para él una metáfora de la vida: las posturas son todas situaciones de la vida que dominamos mediante la respiración. Enfatiza el respeto por uno mismo y la conciencia del movimiento .
Era natural que le hiciera algunas preguntas personales sobre su práctica de yoga que hoy comparto con ustedes.
¿Cómo lograste cuidarte?
Cuando tenía 8 años, los médicos descubrieron que mi dolor de espalda y piernas era causado por una malformación de la columna llamada espondilolistesis. Muy deportista y bastante temerario, a pesar de las sesiones regulares de osteoterapia y fisioterapia, sufrí enormemente de mi espalda hasta los 25 años. Fue entonces cuando me remitieron a un extraordinario fisioterapeuta que practicaba el método Mézières, basado en estiramientos sincronizados con la respiración. Este “yoga sin decirlo” me llevó a la práctica del yoga, ¡lo que me salvó la espalda! Y abrió el camino a un camino iniciático aún en marcha.
¿Qué práctica para tu bienestar?
Yoga, acroyoga, meditación, slackline, kárate, composición de música de bienestar, pintura, escritura... Todo ello tiene una cosa en común: el equilibrio y la conexión.
¿Cuál es el ritual de tu práctica?
Mi único ritual es escuchar mis necesidades. Por tanto, mis prácticas son muy variadas: yoga dinámico o muy suave, meditación, activaciones de diversos sistemas energéticos, canto de mantras. Podría ser temprano en la mañana antes de escribir, en la noche antes de dormir, mientras conduzco mi auto…
¿Qué obtienes de esto?
Alegría interior, sin motivo externo, sensación de espacio y libertad. Una liberación del cuerpo que, cuando no la uso, tiende a atascarse rápidamente. Un calmante de la mente que me permite dejar fluir libremente el flujo de mi creatividad por los espacios que he encontrado. Y al deslizarme en estos intersticios luminosos, la posibilidad de conectarme con la magia de la vida, que me gusta agradecer cada día.
¿Qué llevas en tu bolsa de yoga?
Mi respiración, música para escuchar y tocar (ukelele, percusión melódica, etc.), una colchoneta y un bloque .
¿Cuál sería tu consejo para Tayrona Yoginis?
Las posturas de yoga son sólo pretextos para una mayor conexión con el cuerpo, con la respiración, con el Ser y con la magia de la vida a través de ellas. Tanto si colocas la pierna detrás de la cabeza como si no, lo importante es cómo te sientes y cómo acoges y calmas lo que está presente mientras tienes la pierna detrás de la cabeza (o no).
¿Dónde/cómo practicas?
En cualquier lugar y en cualquier momento es posible ser consciente de la respiración. Me tomó un tiempo darme cuenta de esto, pero el yoga es algo más que asanas en la colchoneta.
¿Cuál es tu mantra/frase favorita?
Al aprender a superar nuestros límites, en lugar de superarlos, se abre todo el campo de nuestro potencial interior, físico, mental, emocional y espiritual. Para ello invoco
Ganesha: ¡Om gan ganapataye namaha !
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